11.08.2013

Sobre Blur, Beck y lo que de verdad importa

Foto vía Rockaxis

Hace mucho que no escribo sobre un show, no pretendía hacerlo y esto no es una reseña en lo absoluto, pero aún así necesité pasar a limpio y dejar por escrito algo que anoche me hizo click.

Yo no soy la más fanática de Blur. Me encantan, los amo,lloré a pesar de no ser de las que normalmente llora en los conciertos, soñé demasiados años con verlos en vivo y el de ayer fue uno de los mejores shows de mi vida por lejos, pero aún así, en verdad no entendía por qué estaba tan emocionada respecto a todo ello y lo mismo me pasaba con Beck.

Hablando bien en serio a pesar de que grité, bailé y canté de memoria la mayoría de los temas, soy tan mala para los nombres que ni siquiera los de las canciones me aprendo bien y me encontré a mí misma muchas veces preguntándome cómo mierda se llamaba esa que estaban tocando. 

Por eso y por el hecho de que nunca he comprado un disco de ninguno de ellos, no los escucho regularmente ni sé decirte con propiedad cuál es el mejor álbum de su carrera, la emoción y expectativa que tenía - y que no entendía - ante este show me parecía un poco como una traición o una ofensa a la de los verdaderos fans.






La cosa es que de pronto ahí, precisamente en el momento en el que sonó To The End - una de las pocas canciones de Blur de la que nunca jamás se me olvida el nombre y que probablemente sea mi favorita de ellos - me acordé de la primera vez que ka escuché. No sólo eso, sino que además me acordé de cuántos años tenía y lo que estaba pasando en mi vida en ese momento y ahí fue que me di cuenta por qué me importaba tanto.

No tenía nada que ver con las canciones que más me gustaban o lo mucho de su discografía que conocía, se trataba de que esta música era para mí el inicio: Esto era lo que sonaba cuando descubrí el amor por la música que, literalmente, me trajo hasta donde estoy hoy.

Verlos, escucharlos, recordarlos, era recordar la época en la que empecé a convertirme en quien soy hoy, en lo que hago, en lo que amo y en lo que busco.

Con Blur, Beck y muchos más fue que empezó todo para mí y el verlos por fin, después de honestamente haber creído que jamás tendría esa oportunidad era la culminación de eso: El sueño máximo de la yo de hace 13 años.

Estoy segura que ya lo sabía, pero obviamente me hacía falta recordar que amar la música no se trata de cuántas canciones te sepas, de cuántos discos tengas en tus repisas, a cuántos conciertos hayas ido o cuántos datos útiles o no conozcas de memoria respecto a ello. 

Se trata nada más de ese momento en el que escuchas una canción, una letra o hasta un sólo acorde y todo dentro de ti se revuelve. 

Amar la música es simplemente darte cuenta, apreciar y agradecer todo lo que ella puede hacer por ti.

El resto no son más que extras. 
9.11.2013

En la memoria también se vive

Pensé mucho en si escribir esto o no, más que todo porque sentía que no me correspondía siendo que no soy más que una visitante en este país y todavía hay demasiado que no entiendo, ni mucho menos conozco sobre su historia.

Sobre esta historia.


Al final caí en cuenta que no se trata de mí, si yo lo viví o no, ni de mi experiencia personal sino de la de ellos, y puesto que siento que toda vida humana tiene valor esta no sólo merece, sino que debe ser recordada. Así sea por aquellos que, al igual que yo, nunca tuvimos nada que ver con su relato.

Porque así como, vaya a donde vaya, me rehúso a olvidar las tragedias de mi país, también siento que cada una de las 3.065 personas muertas o desaparecidas durante la dictadura de Pinochet en este lugar que yo he tomado prestado en mi corazón por un tiempo, no sólo pisó este mundo sino que tiene nombre, apellido, familias y amigos, y sólo por eso, importan.

Al final me di cuenta que de eso se trata, de recordar. De hacerles saber donde quiera que estén que su destino, su lucha y su experiencia importa y seguirá importando.

Mientras escribía las crónicas de los Hijos de la Dictadura conocí mucho que no sabía sobre todo aquello que empezó hace ya 40 años. Esos relatos hicieron eco en mí, y por eso también he querido seguir ahondando en ellos, porque así como yo soy ignorante también lo son muchos, y aunque precisamente por esa gran ignorancia muchas veces me quedo callada, siento que en este caso no se trata de estar ni de un lado ni de otro.

Quizás ese sea el error de muchos, puesto que esto no tiene que ver con colores ni ideologías sino con hechos.

Mientras haya gente dispuesta a olvidar, a callar, e ignorar lo que ocurrió, esos 3.065 y aquellos que sí se empeñan en mantenerlos presentes nunca van a tener la justicia que merecen y que tanto necesitan para sanar o avanzar como muchos han querido exigirles.

Puesto que en la vida uno puede perdonar, pero nunca, jamás, olvidar.

Y todos podemos recordar.


8.02.2013

Canciones las hay para todo: Un pequeño tributo al soundtrack de nuestras vidas


Es curioso como la música, al igual que los olores y los objetos adoptan los significados que nosotros mismos les otorgamos. Es el típico problema de que después de una mala ruptura hay canciones que simplemente no puedes escuchar sin irte en llanto – todavía hoy se me arruga el corazón cuando escucho “Afortunada” de Francisca Valenzuela, a pesar que esa relación terminó hace años.

Pero no es el único caso, personalmente, cada vez que escucho “The Real Slim Shady” me devuelvo al cuarto de mi mejor amiga cuando teníamos unos doce o trece años y nos propusimos aprendérnosla COMPLETA. “Unicornio Azul” es regreso fijo a los roadtrips familiares, con mi papá inspirado cantándola, creyendo que el resto de la familia iba durmiendo y no nos dábamos cuenta y “Lover I Don’t Have To Love” de Bright Eyes me lleva al auto de mi mejor amigo en la universidad, con él y mi entonces también mejor amiga, dos personas que por distintas razones ya no están en mi vida, pero con quienes cantaba esa canción a todo pulmón una y otra y otra vez mientras perdíamos el tiempo paseando sin rumbo por Maracaibo con tal de saltarnos clase.

Escribo todo esto porque creo que hay que honrar de alguna forma a todas esas canciones que nos marcan y los momentos con las que las asociamos. Porque lo que más me maravilla de la música es esa capacidad que tiene para ambientar cada momento y cada sentimiento.

¿Cuántos no hemos deseado alguna vez tener un soundtrack en vivo de nuestras vidas?

7.30.2013

El amor no existe en el rock n' roll


Ser un rockstar y tener una relación no debe ser cosa fácil. Si no es fácil tener una incluso cuando tu vida es de lo más normal y aburrida, imagina cómo será si te la pasas viajando de lado a lado, con fans lanzándosete encima a donde vayas y el terrible fantasma de las canciones que le escribiste a tu ex acechándote a ti y a tu actual pareja cada vez que las tocas.

En honor a esas parejas que, aún siendo maravillosas no lograron sobrevivir esa vida de rock n' roll, y en honor a esas que sí pudieron - o que al menos no deshicieron la banda cuando terminaron -recolecté este playlist, con algunas de esas canciones que demuestran su cariño o su despecho.

Porque el amor es algo tan lindo que hay que celebrarlo, aunque casi nunca aguante lo suficiente.




7.25.2013

Yo aborto el 25 de julio



Mi mamá tenía tres meses de embarazo cuando le diagnosticaron rubeola. La enfermedad en sí no es nada muy grave pero sí lo es cuando se tiene a un bebé en el vientre. 

Antes de sugerirle un aborto terapéutico el médico le explicó todo lo que podía salir mal con el embarazo: Retardo mental, ceguera y toda una lista de malformaciones congenitas, incluso, un aborto espontáneo o nacimiento prematuro. La respuesta de mi mamá fue que si uno no desecha a un niño ya nacido que se enferma, ella no tenía por que abortar al suyo que aún era un feto.

7.17.2013

Cocina Para El Cabello


A veces en esta vida de mujer pobre independiente una tiene que recurrir a la invención con tal de mantener el glamour. En mi caso, siendo mi cabello uno de mis componentes físicos más preciados y delicados, me tocó aprender poquito a poquito a cuidarlo con productos que no hicieran tanto desastre en mi presupuesto, llegando a descubrir satisfactoriamente que en verdad, lo natural es muchísimo mejor.

6.10.2013

Tres discos para mitad de año


Ahora que llegó la mitad del año, me han entrado ganas de hacer un resumen de todos los regresos y nuevas sorpresas que se ha traído 2013. No fue fácil escogerlos, pero al final me he quedado con dos retornos y un debut. Tres discos que aún después de las quién sabe cuántas reproducciones han conseguido mantenerme enganchada y se merecen por ello un reconocimiento:

El nombre es María Virginia pero se pronuncia Virginia. Soy periodista, aunque vivo más de soñar que viajo.

maviparraor@gmail.com
Santiago, Chile.
Con la tecnología de Blogger.